Reseña del libro "Peregrinaje Metafísico: Narraciones de un miserable"
Los conceptos implicados en los vocablos intuición, inspiración y reflexión explican la clave de estos diálogos de Kevin Guerrero, fuero y cauce creador del talento teorético del escritor hondureño, huella y eco de los diálogos socráticos de Platón.Con la marca y el estilo del joven literato centroamericano que hace de sus palabras el puente para reflexionar sobre el arte de la creación, también alienta y motiva el desarrollo de las inquietudes intelectuales, morales, estéticas y espirituales. Los diálogos conceptuosos de Kevin Guerrero(1), inspiradas en los diálogos de Sócrates y Platón, son el punto de partida de una visión del mundo y de la vida.Mediante la ideación de imágenes y conceptos forjamos la creación verbal, índice del talento intuitivo y reflexivo de nuestra conciencia: De ahí la diferencia entre la creación discursiva, propia de la obra didáctica y científica, y la creación literaria, propia de la obra artística o estética, mediante el rol de la sensibilidad y la intuición.Desde la etapa gloriosa de la antigua cultura griega, los diálogos eran los procedimientos habituales para dar a conocer el pensamiento de un intelectual o el arte creador de un poeta o dramaturgo, y era el método apropiado para concitar reflexiones, criterios e intuiciones sobre alguna faceta de la realidad histórica, social, antropológica, filosófica o espiritual desde la perspectiva de un pensador, un esteta, un teólogo, un poeta o un dramaturgo. Los diálogos socráticos son el modelo de esta forma de creación, teorética o reflexiva. Platón ilustró mediante el diálogo su concepción filosófica y su visión espiritual del mundo y, en tal virtud, creó un género literario como fuente de reflexión, conocimiento y divulgación. Kevin Guerrero se vale de ese procedimiento escritural para testimoniar inquietudes intelectuales, intuiciones estéticas y vivencias espirituales de su peculio creador. Alterna los dialogantes (un ciego y un sordo; un profesor y un estudiante, un viejo y un infante, un navegante y un monte, etc.) a quienes atribuye opiniones y conceptos, que usa como alter ego del creador de estos amenos diálogos, medio de canalización de las inquietudes intelectuales de Guerrero. (Por Bruno Rosario Candelier)